Hoy vuelvo.
Han pasado casi tres años desde que escribí mis
últimas palabras en este espacio. Mi Blog. Mi Espacio Nuevo. Nuevo para
mí, antes. Ahora no. Tantas cosas han pasado. Conocer estos lugares me hizo
feliz entonces: eran juegos compartidos, experiencia,
aprendizaje doméstico de lo virtual, con el entusiasmo, la ingenuidad y
la pura transparencia de quien ama profundamente.
Luego, de pronto, sin
que me diera cuenta, como un tsunami, esos mismos espacios se convirtieron en garras extrañas que me
arrancaron parte de la vida. Muchos años, no importa cuantos, importa el dolor.
No hay medición para la cotidianeidad del amor, ni para el dolor. No hay
palabras que puedan contarlo. Ni la poesía. No es suficiente. No hay música que
pinte los sentimientos más profundos que brotan del desamor. Todo lo que dicen
los poetas es ficción. La realidad es más fuerte. A los pasillos de la
tristeza por los que caminan los amantes sin sus fueros solo llegan
los muertos por amor y los ángeles.
Sin embargo así como después de las tormentas
que se llevaron todo sin piedad, un día escampa. Así también acá, algún día
escampará. Como dice Silvio: "Si me dijeran pide un deseo preferiría
un Rabo de Nube, un torbellino en el suelo y una gran ira que sube, un barredor
de tristezas un aguacero en venganza que cuando escampe parezca nuestra
esperanza. Si me dijeran pide un deseo preferiría un rabo de nube que se
llevara lo feo y nos dejara el querube, un barredor de tristezas un aguacero en
venganza que cuando escampe parezca nuestra esperanza".
Así será, que finalmente
escampe. Y el final de la tormenta será poder volver a este espacio
y a otros donde fui feliz y continuar con mis bártulos a cuestas
caminando por la vida. Poder escuchar el canto de los pájaros cada mañana y ver
el cielo en la ventana y los árboles al fondo moviéndose con el viento;
seguir buscando la tibieza del sol en las siestas de invierno en mi silla
de camping...con esa taza de té u otra, la mía. Seguir a la luna llena
paseando por el jardín...Jugar en el teatro de sombras.....Esperar el minuto
exacto en el que el turquesa y el fucsia
se crucen fugaces en este cielo cada atardecer, y finalmente que el
sol se esconda tras La Lomita. Y...no necesitar más que estar viva.
Hoy vuelvo y te perdono Espacio Nuevo. Virtual. Sé
que no mensuraste que con tu libertad abrías todas las ventanas hacia lo
atrapantemente desconocido. Hacia donde se nos ofrece La Felicidad misma.
Y ojalá que así sea. Hoy te perdono y no te guardo rencor. Espacio Nuevo.
Ahora no tan nuevo para mí: He recorrido
ya las callejuelas por donde navegan tus caminantes, errantes... y he
sufrido el humano desencanto. Y entonces
Espacio Virtual, quise gritarte sin
tener voz reclamándote el por qué… reclamándote cómo…reclamándote por qué así…
Y por fin te he
comprendido sin juzgarte y tengo Paz. Espacio Mío. La vida es así. Es a veces dejar que las cosas
sucedan...
Hoy amaneció lluvioso, gris, como aquellos días en los
que me acurrucaba a leer y a tomar café. Ahora quizás ya no tomo café. Pero
sigo acá. A mi lado su fotito me acompaña: La de esa nenita que encontré aquel
domingo en La Lomita: la de "esa nenita de ojitos caprichosos que me
clavaron la mirada, y parecían interrogarme ... cuestionándome algo, que yo no
entendía. Estaba sentadita en las piedras, con una remerita a rayas grandes,
rojas, azules y blancas, un pantaloncito vaquero arremangado-como el que usa mi
nieta- y unos zapatitos con tiritas, marrones, bastante gastados, raros, como
con suela de goma. Tenía flequillito, una vinchita roja en el pelo y parecía
que hubiera estado jugando por allí hasta recién y que así nomás, porque sí, se
hubiera detenido a mirarme...". Sí. Esa nenita. Ese Domingo. El día que
encontré el cuaderno...
Cuando escampe estaremos
juntas.
Gracias…
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